La equivalencia de estímulos es una relación entre dos o más estímulos que no se entrena directamente y no se basa en las propiedades físicas de los estímulos. En cambio, se desarrolla a través del aprendizaje de relaciones entre los estímulos.
Propiedades de la equivalencia de estímulos
La equivalencia de estímulos tiene tres propiedades:
Reflexividad: Cualquier estímulo es equivalente a sí mismo. En otras palabras, "A = A".
Simetría: Si "A = B", entonces "B = A". En otras palabras, si un estímulo es equivalente a otro, entonces el otro estímulo también es equivalente al primero.
Transitividad: Si "A = B" y "B = C", entonces "A = C". En otras palabras, si dos estímulos son equivalentes, y esos dos estímulos también son equivalentes a un tercer estímulo, entonces los tres estímulos son equivalentes entre sí.
Ejemplos
Si un niño aprende que "pelota = redonda" y "redonda = círculo", entonces también aprenderá que "pelota = círculo".
La equivalencia de estímulos es una herramienta importante en la psicología y la educación. Se puede utilizar para enseñar a las personas nuevas habilidades y conceptos, y para mejorar su comprensión del mundo que les rodea.
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