Análisis del Comportamiento Aplicado (ABA) es una rama de la psicología que se centra en el estudio y la modificación del comportamiento humano. El ABA se basa en el principio de que el comportamiento es aprendido y mantenido por los factores del entorno.
Definiciones
Comportamiento: Cualquier acción que un organismo realiza que puede ser observada y medida. Por ejemplo, caminar, hablar, comer, jugar, etc.
Respuesta: Una unidad básica de comportamiento. Es un evento observable que ocurre en un momento dado. Por ejemplo, levantar la mano, decir "hola", o dar un paso.
Conjunto de respuestas: Un grupo de respuestas que producen el mismo efecto en el entorno. Por ejemplo, hablar en voz alta, hablar en voz baja, o no hablar.
Dimensiones del ABA
Las siete dimensiones del ABA son las siguientes:
Generalización: El cambio en el comportamiento debe de ser duradero, incluso si la intervención ha sido retirada. Por ejemplo, un niño que aprende a pedir permiso para ir al baño debe de seguir haciéndolo en casa, en la escuela, y en otros lugares.
Efectividad: Los objetivos y resultados de la intervención deben de ser adecuados para la persona y su entorno. Por ejemplo, un objetivo para un niño con autismo podría ser aprender a seguir instrucciones simples.
Tecnología: La intervención debe de estar bien documentada y ser replicable por otros profesionales. Por ejemplo, un programa de intervención ABA debe de incluir objetivos, procedimientos, y materiales.
Aplicación: La intervención debe de ser adaptada a las necesidades específicas de la persona. Por ejemplo, un programa de intervención ABA para un niño con autismo podría incluir estrategias para ayudar al niño a comunicarse y a interactuar con los demás.
Conceptualmente sistemático: La intervención debe de estar basada en los principios del ABA. Por ejemplo, un programa de intervención ABA debe de utilizar técnicas de modificación del comportamiento, como el refuerzo positivo.
Analítico: La intervención debe de ser evaluada de manera sistemática para determinar su eficacia. Por ejemplo, un programa de intervención ABA debe de incluir una forma de medir el progreso del niño.
Comportamiento: El comportamiento que se quiere mejorar se puede observar y medir.
Conclusiones
El ABA es una herramienta eficaz para la modificación del comportamiento. Se ha utilizado con éxito para tratar una amplia gama de problemas, incluyendo el autismo, el retraso mental, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y los trastornos de conducta.
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